La crisis de Credit Suisse salpica a su filial española: disparó su pasivo en 1.000 millones
La filial española de Credit Suisse en España se encuentra en el ojo del huracán de la crisis del gigante suizo, tras haber reestructurado su negocio en el país y tras la reciente salida del consejero delegado de la división española, Wenceslao Bunge.
La división española del grupo acometió en 2020 una profunda reestructuración asumiendo el negocio de otras filiales europeas por el brexit, lo que ha disparado su pasivo, así como sus gastos generales y remuneraciones a empleados.
El gigante suizo ha desatado el pánico entre inversores de medio mundo y se empieza a comparar ya su situación con la que vivió el banco estadounidense Lehman Brothers antes de su quiebra en septiembre de 2008, que resultó ser el pistoletazo de inicio de la mayor crisis financiera y económica mundial vivida este siglo hasta la llegada de la pandemia.
Este diario ha consultado en el Registro Mercantil las últimas cuentas disponibles, las del ejercicio 2020, de Credit Suisse Sociedad de Valores y de Credit Suisse AG Sucursal en España. En ambos casos el pasivo de las sociedades españolas del grupo suizo se disparó ese año. Este diario se puso ayer lunes en contacto con portavoces de las filiales españolas del grupo suizo para ampliar esta información, pero no se obtuvo respuesta.
Según las cuentas de Credit Suisse Sociedad de Valores de 2020, el pasivo de la empresa pasó de 3.767,5 millones de euros en 2019 a 4.609 millones un año después; la deuda con intermediarios financieros se elevó en 1.000 millones de un año a otro.
Además, la filial española del grupo suizo reexpresó en 2020 las cuentas de 2019, reduciendo el importe de la cartera de negociación de 2.892 millones a 1.441,5 millones, y el activo de 5.653 millones a 4.436 millones; también redujo el pasivo, de 4.985 millones a 3.767,5 millones.
De acuerdo a las cuentas de 2020 de Credit Suisse AG Sucursal en España, el activo de la sociedad alcanzó los 4.905,6 millones, desde los 2.567 millones un año antes, pero el pasivo también se duplicó prácticamente, hasta los 4.704,6 millones, desde los 2.373 millones en 2019.
La filial de Credit Suisse en España recibió en 2020 el negocio de Credit Suisse International y de Credit Suisse Securities Europa, por la reestructuración acometida por la entidad debido al brexit, una medida acordada el 1 de marzo de 2020.
Los gastos de personal de Credit Suisse Sociedad de Valores pasaron de 22 millones en 2019 a 82 millones de euros en 2020, y los gastos generales de la filial española de 12 millones a 59 millones. Además, la misma sociedad registró 14 millones en retribuciones en opciones sobre acciones a empleados, desde los 2,9 millones en 2019.
La operación de traspaso de negocio europeo a España, como muestran las cuentas de las sociedades españolas mencionadas, supuso un incremento del activo, pero también del pasivo, una losa que ahora, en plena crisis de la matriz, es más complicada gestionar. A pesar de ello, el auditor de las filiales españolas, PwC, no apuntó salvedad alguna en las cuentas de 2020.
La división española de Credit Suisse afronta además la crisis de su matriz poco después de la marcha de su consejero delegado. A finales del pasado mes de junio Wenceslao Bunge, al frente de España y Portugal desde el año 2016, abandonó el puesto, acompañado de Jaime Riera, responsable del banco de Private & Growth Markets para los principales mercados europeos de la entidad.
En el último año, Credit Suisse pierde en Bolsa cerca de un 57% de su valor, cotizando por debajo de los cuatro francos suizos por acción; en febrero de 2020 cotizaba por encima de los 13 francos suizos por título.
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